Actividades para Niños de Piscina – Beneficios. Cada día disponemos de más información y conocimiento sobre los beneficios que reportan las actividades en piscina para bebés y niños, así como para los adultos.
Desde Solecitos, hoy queremos hacer una recopilación de las principales ventajas de iniciar a nuestros pequeños en esta actividad y del avance en su desarrollo que pueden experimentar al hacerlo.
Actividades para Niños de Piscina
Aunque habitualmente se habla de aprender a nadar o natación, esto no es preciso ya que los bebés son demasiado pequeños para adquirir habilidades natatorias, sino más bien, adquieren un mayor desarrollo psicomotor, coordinación motriz, fortalecimiento cardiotorácico y sobretodo muscular; esto les ayudará a mejorar su equilibrio a la hora de afrontar sus primeros movimientos, como el gateo y el caminar.
Pero no hemos de olvidar la importancia del aspecto emocional de esta actividad, pues la relación que se establece en una piscina con sus progenitores, en un ambiente relajado y lúdico, proporciona a nuestros hijos un entorno de confianza, afecto y seguridad absolutamente necesarios para su desarrollo emocional e intelectual.
Podemos afirmar que las actividades en piscina con niños representan uno de los mejores métodos de estimulación temprana que tenemos a nuestro alcance.
Beneficios del agua y la piscina en los niños
Existen numerosos efectos puramente físicos que favorecen el desarrollo del niño desde muy corta edad, como el equilibrio, la capacidad de flotación, la habilidad de propulsión o movimientos espontáneos que provocan un desplazamiento, el reflejo natatorio, el chapoteo como manifestación de placer con el agua, pero uno de los que más llama la atención y más recuerda a su periodo en el útero materno es el reflejo de protección de la respiración, que consiste en que ante la presencia de agua en las vías respiratorias, el niño activa un mecanismo de defensa mediante el cual cierra las vías aéreas altas. Este efecto desaparece entre los 7 u 8 meses.
Además, la estimulación acuática postnatal no sólo es beneficiosa para niños sanos sino que se ha demostrado una magnifica ayuda para niños con diferentes patologías ya que el medio acuático favorece los movimientos, la ejercitación de los músculos y desarrollo de las capacidades psicomotrices.
¿Cuándo empezar con la actividad de piscina?
Lo recomendado es no empezar antes del cuarto mes de vida ya que los bebés aún no han acabado de madurar su sistema inmunológico. Pese a esto, en muchos casos se empieza sobre las 6 semanas de vida.
Hemos de tener en cuenta que los niños desarrollan el miedo al agua a una edad más avanzada, por lo que si les hemos familiarizado con el agua antes de ese momento evitaremos dificultades en su futuro aprendizaje de la natación.
Precauciones en la actividad de piscina
Para que esta actividad sea verdaderamente una experiencia enriquecedora para hijos y padres es necesario que éstos tengan en cuenta una serie de precauciones siempre que se está en una piscina o en cualquier otro medio acuático con un niño. A continuación enumeramos las más destacadas:
-Siempre que el bebé esté en el agua, el adulto debe tenerlo a su alcance sin descuidar un momento y nunca dar la espalda al bebé.
-Siempre que se inicie una actividad en piscina, el programa debe instruir a los padres sobre las limitaciones madurativas de los bebés, especialmente, sobre los riesgos asfixia en el agua. El desarrollo madurativo para poder nadar no lo adquirirán hasta los cuatro años cumplidos.
-Hay que estar atentos a una posible hipotermia, comprobando que la temperatura del agua es la adecuada para un niño de corta edad. Lo recomendado es una temperatura entre los 32 y 34º.
-Asegurarse que las instalaciones donde se pretende realizar la actividad acuática reúne las condiciones de higiene y salubridad exigidas por las autoridades sanitarias, con tratamientos de cloro a ser posible con sal.
-Realizar en cada etapa ejercicios específicos, dirigidos por profesionales expertos en el tema. Cada bebé tiene un ritmo de progreso y es el programa el que debe adaptarse a él y no al contrario.
En definitiva, las actividades para bebés en piscina pueden ser una excelente herramienta para lograr niños sanos y felices ya que favorece el óptimo desarrollo de muchas áreas.
Pero al margen del objetivo puramente práctico de que nuestros pequeños aprendan a nadar cuanto antes, lo que deseamos destacar en este artículo es el inmenso regalo que les estaremos haciendo a nuestros hijos al compartir con ellos unos momentos irrepetibles en que las sensaciones placenteras de flotar en el agua les proporcionarán una gran seguridad, interiorizando sentimientos de afecto y autoconfianza, reforzando la relación afectiva entre hijos y padres y consolidando su desarrollo emocional y cognitivo.