Educar a nuestros hijos con inteligencia emocional les ayudará a sentirse bien con ellos mismos y con los demás. Aprender desde muy pronto a identificar sus emociones y pensamientos y a desarrollar la empatía hacia su entorno fortalecerá su carácter.
Desarrollo de la Inteligencia Emocional
No existe una edad concreta para iniciar a los niños en este tipo de educación ya que desde que perciben sus emociones podemos intentar ayudarles a controlarlas y canalizarlas.
Los niños necesitan aprender a superar obstáculos, frustraciones, resistir situaciones hostiles por parte de sus compañeros u otras personas y resolver conflictos de una forma optimista.
Nuestra sociedad está en permanente cambio y hemos de adaptar nuestros métodos educacionales -tanto en el ámbito escolar como en el familiar- a los requerimientos de la sociedad en la que tendrán que vivir nuestros hijos.
Seguir un buen programa de educación y fomento de la inteligencia emocional es el primer paso para encauzar las emociones de nuestros hijos y está más que demostrado el efecto positivo que tiene en el rendimiento escolar, el equilibrio psicológico y las habilidades sociales.
Las claves para encauzar la inteligencia emocional son las emociones, los pensamientos y las acciones.
Desde Los Solecitos os proponemos una serie de claves sencillas para aumentar y fortalecer la inteligencia emocional de vuestros hijos.
- IDENTIFICAR EMOCIONES. Desde los dos años los niños comienzan a interactuar con los adultos y con otros niños y este es un momento perfecto para iniciarles en el reconocimiento de emociones como la alegría, la tristeza, el miedo o la rabia. Mostrándoles imágenes de niños o personas expresando con los gestos estos diferentes estados anímicos, ellos aprenderán a identificarlos y a intentar averiguar por qué se sienten así, comenzar a expresarse emocionalmente y a desarrollar la empatía.
- ACEPTAR LA FRUSTRACIÓN. Los niños comienzan a manifestar su rabia a partir de los seis meses, por eso es fundamental que los padres les den todo el afecto y atención posibles para reconducir sus reacciones y corregirles las actitudes negativas. Si aprenden desde edad temprana a respetar a los demás, controlar los ataques de rabia y obedecer una negativa, lograrán desenvolverse socialmente ejercitando de forma adecuada su inteligencia emocional.
- APRENDER A COMUNICARSE. Que los niños desarrollen su capacidad para comunicarse tanto con los adultos como con otros niños, es fundamental para que aprendan a dialogar y resolver conflictos sin malos comportamientos o pérdidas de control. Expresar sus opiniones y sentimientos en voz alta, razonar con ellos, preguntarles sobre situaciones o personas cercanas, jugar, darles ejemplo, son algunas de las claves para fomentar sus habilidades comunicativas y por tanto, su inteligencia emocional.
- APRENDER A ESCUCHAR. Tan importante o más que comunicar es saber escuchar, a uno mismo y a los demás. Si los niños aprender desde muy temprano a guardar silencio mientras los demás hablan, atendiendo activamente, lograrán ganarse el respeto y la aceptación de los demás. Para ello, es fundamental preguntarles frecuentemente si están entendiendo lo que se les está diciendo o qué opinan al respecto.
- APRENDER A DIALOGAR. Es muy importante enseñar a los niños a pactar, intercambiar opiniones, llegar a acuerdos respetuosos pues a medida que van creciendo, van aumentando sus requerimientos personales y es fundamental establecer un modelo de comunicación saludable.
Finalmente, para educar la inteligencia emocional de nuestros hijos, es esencial ofrecerles un entorno de confianza que les permitan expresar, desde bien pequeños, lo que les preocupa o les hace infelices, o lo que les hace felices.
Para lograr crear este ambiente es conveniente preguntarle a los niños cómo se sienten pero también cómo se sienten otras personas (papá, mamá, hermanitos, amiguitos, etc…)
Cuando existe esa buena comunicación entre el niño y sus padres y educadores, éstos adquieren las herramientas que necesitarán para convivir en armonía a lo largo de su vida.
Desde Los Solecitos os recomendamos un libro muy interesante sobre la inteligencia emocional, de la autora especializada Linda Lantieri, que de forma amena y cercana nos da pautas para que tanto los padres como los educadores puedan aplicar en casa o en el aula enfoques sencillos pero eficaces para que los niños y jóvenes logren sentirse cómodos con sus emociones.
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