La Importancia de la Protección Solar en Niños. Ahora que estamos en época estival y se acentúan los efectos del sol, hemos de tomar más precauciones para disfrutar de él sin asumir riesgos innecesarios.
La Importancia de la Protección Solar en Niños
Diferentes instituciones tanto españolas como internacionales, nos ilustran con medidas de prevención de daños solares.
Un aspecto importante a tener en cuenta para poner en práctica una adecuada protección solar es no reducir ésta a lugares como playas o piscinas, cualquier espacio al aire libre requiere de la fotoprotección apropiada.
Si nos ceñimos a las indicaciones de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), deberíamos seguir los siguientes consejos:
- Evitar la exposición solar entre las 12 y las 17 horas.
- No exponer al sol a los niños menores de 3 años.
- Usar protección solar en todas las actividades al aire libre.
- Elegir el protector solar adecuado para cada tipo de piel o zona del cuerpo, atendiendo al fototipo, la edad y las circunstancias de la exposición.
- Aplicar generosamente el producto de forma uniforme sobre la piel seca media hora antes de la exposición y repetir la aplicación cada 2 horas.
- No utilizar protectores solares abiertos el año anterior o que estén caducados.
- Utilizar protección solar incluso en días nublados.
- Proteger especialmente los ojos con gafas de sol que absorban el 100% de las radiaciones UV.
- Vigilar el cambio de color, forma o tamaño de cualquier lunar o peca y acuda al especialista lo antes posible.
- Usar protección solar aunque se esté bajo una sombrilla o sombra ya que esta no protege de las quemaduras solares. Igualmente si se encuentra en el agua, ya que es falsa la creencia de que esta protege de la radiación UV.
Si es importante que los adultos nos protejamos de los efectos negativos del sol, mucho más lo es proteger a los niños de estos.
Por su parte, la Academia Americana de Pediatría (APP) hace las siguientes recomendaciones:
- No aplicar protección solar a los menores de seis meses ya que su piel es muy fina y se encuentra en formación y absorbe todos los componentes químicos de los productos.
- No se debe exponer al sol a un bebé menor de seis meses, ni con crema ni con ropa.
- A partir de los seis meses se les puede exponer al sol pero por espacios de tiempo muy cortos siempre antes de las 11 de la mañana y después de las seis de la tarde y con la protección solar Es necesario hidratarlos muy bien y después bañarles para eliminar el exceso de sal y cloro y aplicarles crema hidratante o aftersun.
¿QUÉ HACER ANTE UNA QUEMADURA SOLAR?
- Lo primero que hemos de hacer es retirar al niño del sol y aplicarle duchas tibias o toallas húmedas y frías en las zonas afectadas durante 10-15 minutos, varias veces al día.
- No utilizar jabón y no frotar con una toalla la piel del niño para secarle, hacerlo con suaves toques para no irritarle.
- El gel de Aloe Vera es un excelente remedio casero para aliviar las quemaduras solares.
- Hidratarle especialmente haciéndole beber líquidos periódicamente durante dos o tres días.
- Si el niño sufre dolor ha de darle ibuprofeno en las dosis que correspondan a su peso y edad.
- Aplicar lociones hidratantes una vez haya desaparecido la rojez de la piel pero estas no debe contener benzocaína, lidocaína o
- Durante esos días y posteriores, hemos de vestir al niño con prendas sueltas, de algodón para que no le rocen la piel.
¿CUÁNDO ACUDIR AL PEDIATRA?
- Si el niño es menor de un año.
- La quemadura presenta ampollas y es muy dolorosa.
- Tiene el rostro y las manos hinchadas por la quemadura.
- Tiene una gran parte del cuerpo quemada.
- Sufre escalofríos y fiebre.
- Le duele la cabeza, está mareado o se desmaya.
- Le lloran los ojos y están enrojecidos e inflamados o por el contrario, presenta sequedad ocular.
- Evitar a toda costa que la piel quemada vuelva a ser expuesta al sol hasta estar completamente regenerada. Para hacerlo no bastará con productos de protección solar sino con barrera física como ropa o gorros.
Por último, hemos de recordar que el daño cutáneo provocado por una quemadura solar, puede ser permanente y tener efectos dañinos a largo plazo, que incluyen cáncer de piel. Por eso, ¡no olvidéis usar protección solar!